Pulso histórico
Importadores y productores mantienen un pulso histórico en Canarias a cuenta del arbitrio que trata de proteger la producción local frente a competidores externos, compensando de este modo la desventaja de la lejanía.
Su aplicación, que tuvo su razón de ser cuando nació a principios de este siglo, ha tenido sin embargo efectos no deseados, que en ocasiones se ha traducido en un incremento de los precios. El error ha sido aplicarlo a mercancías que no se producen en las Islas, perjudicando por tanto al consumidor.
Parece, por tanto, de justicia sacar a estos productos de la lista de bienes a gravar, pero no a costa de dejar sin protección a lo poco que se produce aquí. No reconocer que la lejanía es una desventaja que el Estado debe compensar, sería igualmente un craso error.
Ninguna solución salomónica resolvería pues el dilema: no deberían ganar los primeros a costa de lo que los segundos pierdan.