El momento más emotivo del discurso de Nadal en Roland Garros: "Has sido el mejor entrenador que podría haber tenido"

La pista que más lo vio ganar, que más lo vio levantar el puño al cielo y que más lo sintió caer de espaldas sobre la arcilla, con ese gesto propio de quién se dejaba todo en la arena, ha despedido hoy a Rafael Nadal. Roland Garros ha querido reservar unos momentos de su programación en la Philippe Chatrier para homenajear al hombre que más veces ha levantado la ensaladera, nada más y nada menos que catorce. Una tarde no apta para aquellos de lágrima fácil y que he llenado de aplausos el cielo de París.

Tras saltar a la pista, recibir una eterna ovación y visualizar en las pantallas gigantes un vídeo de sus mejores momentos en la pista, Rafa Nadal ha usado un pequeño taco de tarjetas para emitir su discurso. Un discurso interrumpido constantemente por los aplausos o la emoción que entrecortaba sus palabras, la misma que se transmitía a cada una de las 5.000 almas que miraban desde las gradas.

El momento más emotivo de ese discurso, en el que no ha querido olvidarse de la organización, de los patrocinadores, de los rivales y compañeros, ha sido cuando ha querido destacar con detalle lo que ha significado su tío, Toni Nadal, a lo largo de su carrera.

"Toni, eres la razón por la cual estoy aquí. Gracias por haber dedicado una gran parte de tu vida a querer estar conmigo: entrenando, hablando, haciendo reír, haciéndome sufrir y llevándome al límite. Lo que hemos vivido no siempre ha sido fácil, pero sin duda alguna, ha merecido la pena. Por nuestra forma de ser, ni tu ni yo somos muy de expresar los sentimientos, pero quiero que sepas que mi gratitud por haber sacrificado tanto por mí es infinita. Has sido, sin lugar a dudas, el mejor entrenador que podría haber tenido".

Tanto el manacorí como su tío se han mostrado especialmente emocionados durante estas palabras. El público ha detectado este momento y ha saltado a aplaudir mientras el extenista se llevaba la mano a los ojos para ocultar las lágrimas y la emoción. Tras las palabras para su tío, Nadal también ha querido hacer un agradecimiento muy especial a su mujer, Xisca Perelló, que sostenía al hijo de ambos sobre sus rodillas en la primera fila.

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"Mery, eres mi mejor compañera de vida. En 2005 no nos podíamos imaginar que 20 años después estaríamos aquí siendo una familia. Has estado siempre dónde te he necesitado, apoyándome siempre desde una posición que a veces no ha sido fácil. Espero algún día poder hacerte igual de feliz que tú me has hecho a mí. Tu y yo sabemos que este último año y medio no ha sido fácil, pero gracias a tu amor y tu compasión y la energía que nos da nuestro hijo, todo ha sido mucho menos complicado. Mil gracias".

Al término de su discurso, Nadal ha recibido el cariño de tres de sus grandes rivales y amigos en la pista. Federer, Djokovic y Murray han querido acompañarle y junto a ellos, Nadal ha descubierto la placa con su nombre y su huella que quedará plasmada para siempre en la arcilla que más le ha visto ganar.