"Me escupieron por detrás": la denuncia de un tenista vuelve a dejar señalado al público de Roland Garros
El tenista serbio Miomir Kecmanovic denuncia el ambiente hostil que recibió en su enfrentamiento contra el anfitrión Quentin Halys
Imagen de archivo de Miomir Kecmanovic, quien ha denunciado el acoso del público de Roland Garros / CYRIL ZINGARO (EFE)
La pista número 14 de las instalaciones de Roland Garros se ha ganado una fama pésima. Sobre todo, para todo jugador de fuera de Francia que está citado en dicha cancha para medirse a un tenista local. Le tocó pasar por ello al serbio Miomir Kecmanovic este miércoles y, sin dar crédito al hostigamiento que sufrió durante su partido ante el galo Quentin Halys, no se mordió la lengua al término del encuentro.
Kecmanovic, que ya había manifestado sus quejas al juez de silla por aquello que venía sufriendo, denunció públicamente el acoso en unas declaraciones post-partido que recogió el medio de su país SportKlub. Iba advertido a esta pista y, tras vivirlo en sus carnes, confirmó el tenista que el caos en la grada "es más pronunciado aquí que en otras canchas". "Todos están cerca unos de otros y todo está retumbando", añadió, aunque no fue ello el motivo de su mayor decepción con lo vivido.
"Es cuestión de mala educación"
"Si estuviera en un campo más grande, todavía lo escucharías, pero no a este nivel. No están tan cerca como para poder gritarte, tirarte cosas, escupirte... Me escupieron por detrás. Entiendo que son partidarios de los locales, pero esto es más que eso: es cuestión de mala educación", señaló, asegurando además que cuando alertó de ello la reacción fue nula. "Lo denuncié y me dijeron: 'Lo anunciaremos por el micrófono'. Sin consecuencias", lamentó, dando un serio tirón de orejas a la organización de Roland Garros.
Aunque arrancó llevándose el primer set en juego ante Halys, Kecmanovic terminó viniéndose abajo en las siguientes tres mangas. Se le hizo eterna la eliminatoria al serbio, que terminó despidiéndose del Grand Slam en segunda ronda y después de haberse convertido en el enemigo público número 1 de los espectadores.
Su caso no es el primero que critica la actitud de los presentes en las gradas de Roland Garros. Los problemas, de hecho, vienen prolongándose en el tiempo. Porque ya el año pasado fueron varios los tenistas que alzaron la voz contra el público, siendo el más notorio el belga David Goffin, que llegó a advertir del serio riesgo que había de que estos incidentes pasasen a mayores el día menos pensado. El guion, visto lo visto, no ha sufrido mayores cambios.
