Qué fue de... Lilian Thuram, el coloso de Europa que ahora puede ver a su hijo levantar la Champions que tanto se le resistió

Ruddy Lilian Thuram-Ulien (Pointe-à-Pitre, Guadalupe, 1972) fue uno de los mejores defensores durante el último cambio de siglo. Después de consagrarse como uno de los más grandes entre Francia e Italia, afrontó en el Barça el último gran reto de su carrera. A Barcelona llegó de la mano curiosamente con sus dos pequeños, Marcus y Khéphren, que en la actualidad le han tomado el relevo abriéndose paso en la élite futbolística.

La de Lilian Thuram fue una vida dura hasta que el fútbol se cruzó en su camino. Nacido en la isla caribeña de Guadalupe, antigua colonia francesa, emigró a París con su familia para afincarse en los suburbios que tan mala reputación han reunido en la capital francesa. La pelota fue su mejor compañía para apuntar hacia un futuro prometedor y, después de que su portentoso físico y su inteligencia en el campo se hiciesen notar en categorías inferiores, la llamada del AS Mónaco le cambió la vida.

Llegó a Mónaco para terminar su formación dentro de su equipo filial y dio la razón, con creces, a aquellos que apostaron por él. Arséne Wenger le tendió la mano para el primer equipo ya en 1991, justo a tiempo para formar parte de una temporada que se saldó ya con título en la Copa de Francia. Con el paso del tiempo acabó destrozando las puertas de la élite, erigiéndose como un fijo en los onces y derrochando una suficiencia física que le llevó pronto a ser considerado uno de los centrales más codiciados del planeta.

Un Mundial como recompensa y una Champions ingrata

Con tal etiqueta dio el salto a Italia para sumarse a un Parma que por aquel entonces se permitía mirar de tú a tú a los mejores de Europa. Había muchas esperanzas depositadas en Thuram y, pese a vivir aquí su primera experiencia futbolística lejos 'de casa', superó con creces el rendimiento esperado. Se consagró como un káiser de dimensiones mundiales, jugó siempre que estuvo a disposición y contribuyó al mayor éxito en la historia parmesana: la conquista del título de la Copa de la UEFA en 1998. Ese fue un año redondo en su carrera, que solo unas semanas más tarde tuvo su continuidad saliendo también campeón del Mundial con la Francia también de los Deschamps, Zidane o Petit.

Prueba del buen hacer que mostró allá donde pisó fueron sus largas etapas a nivel de clubes. Sus periplos se contaron por lustros desde sus inicios y, después de rondar los 200 partidos oficiales tanto en Mónaco como en Parma, se dispuso a hacer lo propio en Turín. Y aquí, en la Juventus, acostumbró a presentarse como un muro impenetrable ante los gigantes del fútbol europeo, aunque el título más preciado a nivel de clubes le dio la espalda con crueldad. Porque tuvo muy cerca la Champions League en 2003, pero los penaltis le dieron la espalda en aquella histórica final italiana frente al AC Milan.

Fue su lectura de juego privilegiada, siendo uno de los mejores defensores tanto en el cuerpo a cuerpo como en la anticipación, la que le permitió alargar su carrera hasta sus últimos días en lo más alto del fútbol. Además, su última aventura estuvo en España. El FC Barcelona de Frank Rijkaard llamó a su puerta y Thuram, ya como un veterano de 34 años, formó una zaga de lujo junto a Carles Puyol. Pero a un primer año indiscutible en Can Barça le siguió otro de mayores vaivenes entre titularidades y suplencias. Y así, con un último curso en su currículum en el que siguió peleando por todo, aunque sin éxito, decidió colgar las botas.

¿Qué hace ahora?

Desde su retiro, Thuram se ha convertido en uno de los pensadores y activistas más reconocidos de la lucha antirracista. Muy activo en cuestiones políticas, su enfrentamiento con la ultraderechista francesa Marine Le Pen ha sido público en los últimos procesos electorales. Además, el mismo año en que colgó las botas creó la Fundación Lilian Thuram "con el fin de promover una educación no xenófoba y desmontar los prejuicios racistas", dando voz a una problemática que también ha querido atajarse especialmente en los estadios de fútbol en los últimos tiempos.

Fruto de este mismo compromiso social nació su obra 'El pensamiento blanco', un libro que incide en que "hay que cuestionar el capitalismo porque provoca racismo". Él mismo se encargó de encargó de presentarlo en sociedad en la Cadena SER, siendo protagonista en el estudio del Què t'hi jugues! para abordar igualmente todo lo relativo a las polémicas racistas del fútbol actual, con un estudio especial sobre los casos en los que se ha visto envuelto Vinicius Júnior.

Lilian Thuram: "Hay que cuestionar el capitalismo porque provoca racismo"

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Del mismo modo, la leyenda del fútbol se ha convertido en un habitual en las gradas siguiendo las andadas de sus hijos en el fútbol de élite. Y es que la nueva generación de los Thuram también ha llegado pisando fuerte y arraigando especialmente en la Serie A. Su hijo menor, Khéphren, ha seguido los pasos de su padre emergiendo en las filas de la Juventus de Turín, mientras que el mayor, Marcus, ya va camino de mirar de tú a tú a su palmarés. De hecho, presumiblemente Lilian Thuram será testigo presencial de la final de la Champions en la que Marcus Thuram puede coronarse como 'rey de Europa' con el Inter de Milán.